Una de las singularidades de su lucha fue que las mujeres lograron articularse por encima de sus diferencias, entre ellas las de religión.
País: Liberia
Las mujeres de Liberia destacaron por su capacidad de presión para poner fin en 2003 a un conflicto armado que comenzó en 1989, y que desde ese año hasta 1997 enfrentó a las fuerzas gubernamentales y al grupo armado de oposición Frente Patriótico Nacional de Liberia (NPFL) liderado por Charles Taylor. Las elecciones de 1997 en las que Charles Taylor fue elegido presidente no supusieron el cese de la violencia, sino que la guerra se reanudó, ahora entre el nuevo gobierno y los grupos armados Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia (LURD) y el Movimiento por la Democracia en Liberia (MODEL).
En 2003, las mujeres, cansadas de tantos años de violencia, comenzaron a unirse contra la guerra como ya lo habían hecho entre 1994 y 1996 a través de la Iniciativa de las Mujeres de Liberia (Liberian Women’s Initiative). Una de las singularidades de su lucha fue que las mujeres lograron articularse por encima de sus diferencias, entre ellas las de religión, con el objetivo común de exigir a todos los actores armados que abandonaran las armas y llegaran a un acuerdo. Ellas vivían de manera cotidiana los enormes costes de la guerra y sabían que “las balas no eligen a las personas”, “las balas no eligen ni a un cristiano ni a un musulmán”. Unidas en la Red de Mujeres para la Construcción de la Paz (Women in Peacebuilding Network, WIPNET)-Liberia, dieron inicio a la que denominaron como Acción Masiva por la Paz de las Mujeres de Liberia (Women of Liberia Mass Action for Peace).
Esta acción sostenida en el tiempo llegó a aglutinar a miles de mujeres que se vistieron de blanco para simbolizar su reivindicación de la paz. Las mujeres liberianas estuvieron inmersas en una campaña de acciones permanentes para expresar su hartazgo con la violencia. Su exigencia de que las partes enfrentadas entraran en un proceso de negociación fue una constante que adquirió cada vez mayor apoyo social. Visibilizarse y hacerse escuchar de manera ininterrumpida en espacios públicos y estratégicos de la vida política y cotidiana (protestas semanales en el mercado de pescado, mensajes en vallas publicitarias y radios, marchas, sentadas, vigilias, etc.) fue la principal estrategia utilizada por las mujeres para apremiar al gobierno y a los llamados señores de la guerra a parar la violencia. Con el tiempo, las mareas blancas de mujeres en el espacio público no pasaron desapercibidas entre los actores armados, la población civil y la comunidad internacional.
Durante las negociaciones que finalmente tuvieron lugar en Accra (Ghana) en junio de 2003, un grupo de mujeres de este movimiento viajó hasta allí para mantener la presión sobre el proceso y evitar que las negociaciones fracasaran. Se instalaron ante el propio edificio donde se desarrollaron las reuniones y en los momentos de mayor tensión mantuvieron firme su posición por la paz, incluso por encima de los intentos de desalojarlas de allí por la fuerza. Si bien fueron varios los factores que llevaron a la firma de los Acuerdos de Paz en agosto de 2003, y más tarde a la celebración de las elecciones de 2005, la incidencia de las mujeres para que esto ocurriera es indiscutible.