“El sitio de la mujer no estaba en la casa, sino en la protesta”.
País: Inglaterra
El 5 de septiembre de 1981, el grupo de mujeres Women for Life on Earth (Mujeres por la Vida en la Tierra) llegó a pie a Greenham Common, en Berkshire, al sur de Inglaterra, después de haber recorrido 120 millas. Habían partido desde Gales para protestar contra las armas nucleares almacenadas desde 1979 por decisión de la OTAN en la base militar aérea de Royal Air Force Greenham Common, controlada en ese momento por Estados Unidos. La marcha, considerando que en su formato inicial no había atraído la suficiente atención, decidió quedarse allí. Auto-identificándose como Campamento de Paz de Mujeres Greenham Common, se instalaron en los alrededores de la valla de metal que rodeaba la base, a la cual se encadenaron 36 mujeres, hasta que sacasen los misiles de cruce de allí. Lo que comenzó como una protesta de un grupo de mujeres terminó siendo una de las movilizaciones pacíficas anti-nucleares más significativas de la década de los ochenta (https://discovery.nationalarchives.gov.uk/details/r/d625b55a-e807-4729-9d8c-087c918dbaff#-1).
En diciembre de 1982 el campamento empezó a ser más conocido: en la protesta denominada como Embrace the Base o Abraza la base, alrededor de 30.000 mujeres rodearon la misma agarradas de las manos. En abril de 1983, alrededor de 70.000 personas formaron una cadena humana de unos 23 kilómetros de largo. Se trató del primer acto que atrajo la atención masiva de la prensa. En diciembre de ese mismo año alrededor de 50.000 mujeres se unieron para realizar cortes en la valla que cercaba la base. Cientos de mujeres fueron arrestadas. En abril de 1984 fueron expulsadas del lugar, pero ese mismo día las activistas comenzaron a reconstruir el campamento. El eco de este movimiento anti-nuclear se expandió, hasta el punto de recrearse campamentos similares en el resto de Inglaterra, Europa y América.
En 1987 EEUU y la Unión Soviética firmaron el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio, que estableció la salida de los misiles de cruce del RAF Greenham Common. La evacuación de los misiles se realizó entre 1989 y 1991. En 1992 EEUU cedió el control de la base a Inglaterra. Sin embargo, el campamento de paz de Greenham Common permaneció allí hasta el 2000. En 2002 se inauguró un espacio conmemorativo en el lugar, donde siete esculturas recuerdan las casi dos décadas de esta protesta pacífica y noviolenta de mujeres (http://www.greenhamwpc.org.uk/historic.htm).
El campamento constaba de nueve sub-campamentos: Yellow Gate, el campamento inicial establecido por el grupo Women for Life on Earth; Green Gate, establecido en 1983, el más cercano a los silos y el único exclusivo para mujeres, ya que los demás sub-campamentos aceptaban la visita de hombres durante el día; Turquoise Gate; Blue Gate, Pedestrian Gate; Indigo Gate; Violet Gate; Red Gate; y Orange Gate. La gran mayoría de las mujeres vivió en el campamento o bien a tiempo completo o durante largas estancias. Desde el principio, la iniciativa recibió apoyo de grupos feministas y anti-nucleares locales e internacionales, y cientos de mujeres de todo el mundo participaron en ella.
La cotidianidad en el campamento no resultaba fácil, “sin electricidad, teléfono, agua potable, etc., gestionando desalojos frecuentes y ataques de los vigilantes, la vida era difícil”. Una de las activistas señalaba: “una de las cosas que más recuerdo, más allá del barro, es que la planificación de la propia base aérea representaba claramente cómo funciona el poder. Los militares americanos estaban en el centro, después los soldados británicos y después la policía. Fuera estaba este grupo de mujeres, encadenadas, que periódicamente rompía la valla que rodeaba la base. Podíamos violar este espacio masculino y no nos íbamos a ir” (https://www.theguardian.com/uk-news/2017/mar/20/greenham-common-nuclear-silos-women-protest-peace-camp).
Se trató de un espacio casi exclusivo de mujeres por decisión propia de las participantes en los meses iniciales del campamento: había sitios a los que los hombres podían acudir de día, pero en general, el campamento era gestionado única y exclusivamente por mujeres. “El sitio de la mujer no estaba en la casa, sino en la protesta”. Se subrayó la identidad de las mujeres como cuidadoras y como madres, pero subvirtiéndola: “armamos las nociones tradicionales de la feminidad”. En la época en la que Estados Unidos y la Unión Soviética estaban compitiendo por la superioridad nuclear mundial, su compromiso con el no-alineamiento y la noviolencia era inamovible.
Greenham Common supuso un antes y un después para los movimientos pacifistas de mujeres en específico, y los movimientos de paz en general. Esta acción sostenida durante años cambió el perfil político de los movimientos de paz a través de tres factores principales: la internacionalización, la metodología y la centralidad de la perspectiva de género. Establecieron conexiones e intercambios de trabajo con grupos de mujeres contra las armas nucleares en Australia, Estados Unidos, Italia, Japón, etc.; su metodología se distinguió por la acción directa noviolenta y la resistencia civil, en la propia ocupación de los alrededores de la base aérea, en los actos de protesta más cotidianos y en la propia gestión del campamento; y partieron siempre de análisis centrados en el género como estructura de poder.