“Ya en ese momento sabíamos que ese hermoso muro de cristal nos había cambiado a todas, había desencadenado un proceso que fue integrando nuestra memoria fragmentada”.
País: Chile
En Chile, un grupo de mujeres sobrevivientes de la dictadura de Pinochet y participantes en diversas organizaciones elaboraron en 1992 un Proyecto de Ley para llevar a cabo la construcción de un memorial que dignificase a todas las mujeres víctimas de la represión. Una de ellas, Sandra Palestro, explica el espíritu del momento: “Sabíamos que era necesario hacer un alto en el camino para iniciar la reconstrucción democrática, y queríamos hacerlo con un homenaje a tantas mujeres que perdieron la vida sufriendo los horrores de la represión dictatorial. Sabíamos también que habíamos conquistado para el espacio público la expresión por tantos años silenciada, la participación prohibida, la libertad de crear y construir a partir de nuestra ciudadanía antes cercenada” (https://www.elankidetza.euskadi.eus/contenidos/informacion/publicaciones_memorias/es_pubmem/adjuntos/Ponencias%202012.pdf).
El Proyecto de Ley fue presentado al Parlamento, pero no tuvo ningún recorrido. Tras años de intentos fallidos para el Estado asumiera la responsabilidad de erigir el monumento, en 2003 se formó el Comité Mujeres en la Memoria, que insistió en buscar alternativas para que el recuerdo de las mujeres represaliadas estuviese presente en el paisaje cotidiano y público de la capital y formase parte de la memoria colectiva de la dictadura.
Su lucha incansable hizo posible que, aunque no en el lugar inicialmente propuesto por el Comité, el 12 de diciembre del 2006 se inaugurara en Santiago de Chile una instalación permanente que rendía homenaje a 118 mujeres ejecutadas, a 72 desparecidas, así como también a las exiliadas, perseguidas, presas y torturadas, y a todas aquellas mujeres que lucharon de distintas formas contra la dictadura. Este espacio fue nombrado como Mujeres en la memoria. Monumento a las mujeres víctimas de la represión política: “Ya en ese momento sabíamos que ese hermoso muro de cristal nos había cambiado a todas, había desencadenado un proceso que fue integrando nuestra memoria fragmentada”.
En la actualidad, el memorial está muy dañado debido a los ataques que ha sufrido y al abandono institucional, es decir, a la total inacción del Estado para su protección y mantenimiento, lo que supone una clara revictimización de las mujeres allí representadas. Sandra Palestro explica de esta forma los ataques y el abandono del monumento: “Hay una cuestión cultural y educacional que tiene que ver con el valor de la memoria, y en este caso, la memoria de los héroes masculinos está bastante bien resguardada en los textos de historia y en la educación formal, no así la construcción de la historia de las mujeres, que es bien reciente y no tiene el mismo valor como construcción cultural y trayectoria histórica. Como nosotras ahora sabemos esto, nos conocemos en la ‘sin historia’, en la historia invisible, podemos ver entonces que estos rasgos en el monumento, al final, son una señal más de lo mismo. Es vital para el reconocimiento de las mujeres en la historia que nosotras mismas nos ocupemos de visibilizarnos porque nadie más lo hará por nosotras” (http://www.nomasviolenciacontramujeres.cl/monumento-a-las-mujeres-victimas-de-la-represion-politica-una-obra-para-recordar-la-dignidad-y-la-entrega-de-las-mujeres-que-lucharon-en-dictadura-que-hoy-brilla-por-su-olvido-y-descuido/).